Creo que es triste constatar que al menos uno de los dos representantes más importantes de la política de nuestro país miente. Cuando dos personas dicen cosas totalmente contrarias y además se acusan mutuamente de mentir es obvio que uno de los dos miente. Estamos acostumbrados (por desgracia) a este incesante cruce de acusaciones, descalificaciones e incluso insultos sobre temas con cierto grado de subjetividad o difíciles de probar. Pero cuando este empecinamiento en descalificar al oponente llega a plantearse sobre asuntos objetivos, fácilmente demostrables consultando el registro de las sesiones del congreso de los diputados, que supongo que se guardaran al menos durante una legislatura, me parece exagerado. Y considero más triste aún que puedan hacerlo con total impunidad, sin que ningúna institución u organismo pueda exigirles responsabilidades reales (no me refiero a la responsabilidad política ). Puede que sea habitual, pero no me parece normal.
Y para mayor decepción nos piden que apoyemos sus actuaciones, con la excusa del "voto útil". Ni siquiera podemos mostrar nuestro rechazo una vez cada cuatro años porque la ley electoral sólo deja hablar a quienes digan lo que los partidos mayoritarios quieren oir. Se quejan además si hay abstención.
Triste y decepcionante, pero yo voy a votar, aunque mi voto sea inútil, porque prefiero un "voto inútil" que un "voto complice o encubridor".
Enviat el: 2008/3/4
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